sábado, 16 de abril de 2011

Visita a la campa

El Viernes 15 de Abril, Volvimos a subir a la Campa Torres con todo el equipo a practicar un poco, y vemos que poco a poco empezamos a dar un buen aspecto, os dejo algunas foto que otra:





jueves, 14 de abril de 2011

La guerra

En el año 29 a.c. estalla la guerra contra las tribus cantabras y astures. El procónsul de Hispania, Statilio Tauro, fracasa ese año en la conquista, al igual que su predecesor Sexto Apuleyo.

Se piensa que las guerras se llevaron a cabo principalmente en la zona de la meseta leonesa y burgalesa, quedando la zona de Galicia pacificada sin muchas dificultades.

En el año 27 a.c. Augusto llega a Tarraco, donde celebra su octavo consulado, manda abrir las puertas del templo de Jano (este hecho marcaba el comienzo de una guerra en el mundo romano) y decide dividir Hispania en tres provincias: Ulterior, Citerior y Lusitania. La zona de guerra quedó en las dos últimas provincias (bajo control del Princeps Cesar Augusto), mientras que la Ulterior dependía del Senado.

En el año 26 a.c. Augusto monta su campamento en Segisamo (Sasamón, Burgos), donde acampa con la Legio III Macedonica.

En estas campañas se emplean dos ejércitos. Uno al oeste (zona de Zamora y León), bajo el mando de Publio Carisio. El otro era comandado por el propio Augusto por el este (zona de Burgos, León y Cantabria). Se conoce la participación de las Legiones II Augusta, III Augusta, III Macedonica, V Alaudae, VI Victrix, IX Hispana y X Gemina.

Estas legiones estaban apoyadas por tropas auxiliares, es de suponer que de un tamaño equivalente, dada la practica romana. El total de hombres se podría cifrar en unos 70.000.

Augusto dividió sus tropas en tres columnas que atacaron a los cantabros. La central avanzó siguiendo lo que hoy en día es la línea férrea Madrid- Santander. Los cantabros fueron derrotados cerca de Vellica (cercanías de Aguilar de Campoo) y huyeron a la Cordillera Cantábrica, refugiándose en el Mons Vindius (probablemente se encuentra en los Picos de Europa o en la zona de peña Prieta y Sierra de Hijar), donde fueron derrotados.

Augusto se introduce en Cantabria por Reinosa y toma la ciudad de Aracillium (Aradillos), después de un cerco. Aquí fue ayudado por desembarcos en la retaguardia cantabra, en la ría de Suances y Santander. Es probable que alguna columna romana penetrara en la zona oriental de Asturias, apoyada por desembarcos en la zona de Nueva, en Llanes. Después de estos hechos Augusto se va a Tarragona, con su salud quebrantada, dejando el Ejército en manos de Antistio.

En el 25 a.c. Carisio tiene tres campamentos de invierno romanos en las riberas del Astura (Esla). Los astures planean atacarlos por sorpresa, pero son traicionados por los brigaecini (de Benavente), que delatan sus planes a Carisio. Los astures son derrotados en campo abierto y se refugian en la ciudad de Lancia (Villasabariego, a 10 km. de León). Después de un terrible asedio, Lancia capitula y la ciudad es arrasada por los legionarios.

Aparece en escena el último episodio singular de estas guerras, El Mons Medullius.

Aquí se produce otro cerco, donde las legiones rodean el monte con un foso de 15 millas romanas, terminando con el suicidio en masa de los astures sitiados. La ubicación de este monte varia entre la zona de las Medulas (Bierzo) y Peña Sagra (este de León). En ese tiempo es posible que se produjera el avance hacia lo que hoy en día es la Asturias central. Por lo menos una columna romana progresa por el puerto de la Mesa y otra por Pajares (vía de la Carisa). No existen testimonios históricos de fuerte lucha en estos avances, ya que el grueso de los astures habría sido derrotado en las batallas anteriores, aunque seguramente los legionarios se encontrarían con emboscadas y pequeñas batallas en su progresión.

Después de estos combates Carisio licencia a parte de los soldados de la V Alaudae y la X, con los que funda en el 25 a.c. la ciudad de Emerita Augusta (Mérida). Ese mismo año Augusto regresa a Roma, ordena cerrar las puertas del templo de Jano y se niega a celebrar el triunfo correspondiente que el Senado le propuso, en una hábil maniobra política que intenta demostrar su humildad como servidor de Roma.

Pero en el 24 a.c los astures se sublevan y el gobernador de la Citerior, Lamia, los reprime duramente, devastando campos, castros y cortando las manos de los prisioneros.

En el 22 a.c. se reproduce el levantamiento pero Furrio y Carisio restablecen el orden.

Parece ser que después se produce una revuelta en Cantabria, donde los cantabros atacan los campamentos romanos con éxito, siendo enviado a Hispania el mejor general de Augusto, Agripa, quien acaba violentamente con la revuelta en el 19 a.c., arrasando las tierras y ajusticiando a los alzados.

En el 16 a.c. existen noticias de pequeños incidentes en la zona de las costas asturianas y gallegas, seguramente cuando los romanos estaban acabando de ocupar y pacificar el país.

Roma mantuvo tres legiones vigilando el norte de Hispania. Eran la VI Victrix en Braga, la X Gemina en Rosinos de Vidriales (Zamora) y la V Macedonica en Herrera de Pisuerga (Palencia). En el 68 d.c. son reemplazadas por la VII Gemina, acuartelada en León, con cohortes y vexillationes en Galicia, Asturias y Cantabria. Esta legión se dedicó a proteger la producción y el transporte del oro hispano, la principal fuente de este metal para la economía romana.

Finalmente Asturia y Gallaecia pasaron a formar parte de la provincia Tarraconense, cuando Hispania fue reagrupada en tres provincias (Tarraconensis, Lusitania y Baetica).

Las tribus del norte

Las tribus de los astures y los cantabros aparecen retratadas, por los historiadores romanos (Tito Livio, Floro, Orosio, Estrabon, Suetonio y Tácito), como unos pueblos salvajes, rudos y belicosos. Sin embargo estos pueblos no eran diferentes de sus vecinos del sur. Se encontraban en una fase de progreso de su cultura, comenzaban a utilizar monedas, molinos giratorios y las defensas de sus castros se habían mejorado.

Las tácticas guerreras de estas gentes se basaban en la lucha de guerrillas, mediante emboscadas y la utilización de armas arrojadizas. Sus armas eran la jabalina, el hacha de doble filo, el puñal y la falcata ibérica (una espada de un solo filo). Solían llevar un escudo pequeño de cuero y madera (caetra). Se protegían con corazas de cuero, lino o pieles de animales sin curtir y endurecidas. Sus tácticas y armas eran claramente inferiores a las romanas.

Su forma de vida se basaba en la agricultura y ganadería, agrupados en pequeños castros en las alturas dominantes. Solían realizar incursiones y pequeñas guerras contra otras tribus. A veces se aliaban temporalmente con sus vecinos cuando sobrevenía un peligro general, como el caso de la lucha contra Roma, aunque no podemos esperar que tuvieran un mando táctico único.

Las guerras cantabras y la conquista del norte de hispania. 29 a.c al 19 a. c.

Las tierras del norte de España, entre el Duero y el Mar Cantábrico, fueron el último bastión de la resistencia de las poblaciones indígenas ante el conquistador romano, que había llegado a la península en Ampurias en el año 218 a.c. al mando de Escipion, para luchar contra los cartagineses. El episodio final fue la guerra contra las tribus cantabras y astures.

ANTECEDENTES:

Hasta el periodo de Augusto los pueblos del norte peninsular habían mantenido escaso contacto con los romanos. A finales del siglo II a.c. Roma sometió a los celtiberos y los vaceos en el valle del Duero. Para Roma las tribus del norte eran un incordio que molestaba a las tribus de las nuevas tierras pacificadas, con las habituales incursiones de pillaje y saqueo tan comunes entre los indígenas peninsulares. Por otro lado se sospechaba la existencia de oro y minerales en el norte peninsular, muy necesarios para la economía depauperada de Roma, que acababa de salir de una guerra civil.

Las tribus al norte del Duero eran llamadas astures por los romanos, ya que el río principal de la región era el Astura (Esla).

Las causas principales del inicio de las guerras Cantabras fueron políticas. Augusto buscaba establecerse como un gobernante que trajera la paz a Roma, cerrando sus fronteras defensivas naturales (el norte peninsular era el ultimo paso en Hispania), demostrando a sus ciudadanos que también sabia vencer a los enemigos de Roma y no sólo en la guerra civil que acababa de concluir y finalmente la guerra era una herramienta de propaganda personal sobre su idoneidad como gobernante.

Augusto dirigió la campaña en persona entre los años 27 al 26 a.c. Los historiadores actuales opinan que la literatura de la época ensalzó y magnificó en demasía este conflicto, con el fin de favorecer a su gobernante supremo, pero no se debe menospreciar la capacidad de resistencia de los pueblos del norte, que de todas maneras, no era diferente de la del resto de tribus de Hispania.

Cronologia

  • 21 de abril 754 a.c. Fecha tradicional de la fundación de Roma
JULIO CESAR:
  • 60 A.C. Cesar forma el primer triunvirato (Pompeyo, Craso y Cesar).
  • 58 AL 51 a.c. Cesar conquista las Galias, cruza el Rin, Germania y explora Britania.
  • 56 a.c. Se renueva el triunvirato.
  • 53 a.c. Muerte de Craso en Carras.
  • 52 a.c. Pompeyo nombrado Cónsul único.
  • 51 a.c. César conquista Alesia y rinde a Vercingetorix (rey de los galos).
  • 49 a.c. Cesar cruza el Rubicon. Estalla la Guerra Civil. Cesar llega a Roma. Huida de Pompeyo y Caton. Batalla de Ilerda (Lérida) contra los Pompeyanos.
  • 48 a.c. Derrota de Cesar en Dirraquio. Batalla de Farsalia. Cesar derrota a Pompeyo. Muerte de Pompeyo.
  • 47 a.c. Batalla de Zela. Veni, vidi, vinci. Campaña de África.
  • 46 a.c. 6 de Abril, Batalla de Tapso. La V Alaudae (con otras 4 legiones) gana su emblema del elefante., contra las legiones de Escipion. 25 de julio. Cesar llega a Roma. (12 días de juegos). Durante ellos César celebra sus triunfos y Vercingetorix es estrangulado en un acto ritual.
  • 45 a.c. Batalla de Munda, fin de la guerra civil.
  • 44 a.c. 15 de marzo, César es asesinado por los libertadores, encabezados por Bruto y Casio. Mayo. Octaviano llega a Roma y reclama su herencia.


CÉSAR AUGUSTO:

  • 43 a.c. Enero. Antonio es derrotado por Bruto en Dirraquio. Abril, batalla en Forum Gallorum. Antonio derrotado por Hircio, aliado del cónsul Pansa y de Octaviano. Batalla de Mutina. Derrota de Octaviano e Hircio por Antonio Septiembre. Octaviano marcha sobre Roma y es nombrado Cónsul. Noviembre. Segundo triunvirato. (Octaviano, Antonio y Lepido) Entre los tres suman 43 legiones.
  • 42 a.c. 3 octubre. Primera batalla de Filipos. Antonio derrota a Casio. Octaviano es derrotado por Bruto. 23 octubre. Segunda batalla de Filipos. Antonio y Octaviano derrotan a Bruto, que se suicida.
  • 40 a.c. Antonio se enemista con Octaviano y se alía con Pompeyo (hijo de Pompeyo el Grande).
  • 39 a.c. Acuerdo de Antonio, Octaviano y Pompeyo.
  • 36 a.c. Derrota de la flota de Pompeyo por Agripa (almirante de Octavio y Antonio).
  • 32 a.c. Estalla la guerra entre Marco Antonio y Octavio. Marco Antonio desprecia a su esposa Octavia, hermana de Octavio, a favor de Cleopatra.
  • 31 a.c. 2 de septiembre. Batalla de Accio. Antonio y Cleopatra escapan del bloqueo naval de Agripa, pero sus legiones son derrotadas y se pasan a Octavio.
  • 30 a.c. Se suicidan Marco Antonio y Cleopatra. Fin de la guerra y fin de la Republica después de 450 años.
  • 29 a.c. Octaviano regresa a Roma, renuncia a sus poderes, disuelve el triunvirato, restaura la fachada exterior de la Republica y crea el Principado. Su nuevo nombre será Cayo Julio César Octaviano.
  • 29 a.c. al 19 a.c. guerras astur- cantabras.
  • 27 a.c. Octavio es declarado Príncipe del Senado y recibe el titulo de AUGUSTO, que le confiere un poder superior a todas las demás magistraturas del Senado. Pasara a la Historia como César Augusto.
  • 25 al 15 a.c. Derrota de las poblaciones alpinas.
  • 19 a.c. Se completa la conquista del norte de Hispania.
  • 17 a.c. Celebración de los juegos seculares para conmemorar el final de la guerra y la instauración de la Paz.
  • 2 al 4 a.c. mueren Gayo y Lucio César, nietos y herederos de Augusto.
  • 9 d.c. Derrota de tres legiones romanas en los bosques de Teotoburgo (Germania). 15.000 soldados son aniquilados. Augusto clama, “Varro, devuélveme mis legiones”.
  • 14 d.c. Muerte de Augusto, le sucede Tiberio, hijo del primer marido de su esposa Livia.
  • 23 d.c. Se funda el cuartel de la guardia pretoriana en Roma.
  • 476 d.c. Odoacro destrona al último emperador de occidente (Honorio).

Tácticas en la batalla

Las legiones en la época de Augusto usaban líneas múltiples de batalla con reservas.

El ejemplo típico es la formación Triple Aciex con 4 cohortes en el frente, 3 detrás y otras 3 en la extrema retaguardia, formando un damero.

La primera línea de cohortes combatía, reforzada por la segunda, con la tercera realizando acciones de flanqueo o logísticas.

También se conocen despliegues en una, dos y hasta cuatro líneas, siendo estas formaciones adaptables. A veces las cohortes u otras subunidades, combatían separadas de sus legiones y eran llamadas vexillatio (destacamentos).

Cuando las centurias luchaban en orden abierto disponían sus filas al tresbolillo con un frente de 10 hombres (los contubernium de la centuria), aunque se podría duplicar o reducir este frente. Esta formación estaba destinada a romper la carga enemiga actuando como un rompeolas que dispersa al contrincante en múltiples direcciones.

Un legionario disponía de unos 2 metros cuadrados de espacio a su alrededor para la lucha. El frente de una centuria podía ser de unos 20 metros y el de una legión podía llegar hasta los 800 metros en una formación lineal.

En orden cerrado de combate se unían más las filas e hileras, dejando el espacio mínimo entre los legionarios. Este procedimiento se usaba para cargar sobre el enemigo. Las legiones eran flanqueadas en combate por sus cohortes auxiliares de forma habitual.

Los soldados romanos preferían luchar en terrenos amplios, llanos y secos para disponer de espacio de maniobra. Sus líneas de batalla no eran continuas, dejaban espacio entre centurias y cohortes para dar flexibilidad y no producir apelotonamientos que eran contraproducentes con la táctica manipular romana. La caballería y las tropas auxiliares solían cerrar estos huecos puntualmente.

La lucha a nivel del combatiente se centraba en el combate cuerpo a cuerpo con el enemigo, siempre apoyado por sus compañeros de armas en un ambiente controlado pero de naturaleza sangrienta. Los combates no solían ser muy largos y las filas de las centurias iban rotando según avanzaba el combate.

Las centurias avanzaban comandadas por sus centuriones colocados en la primera fila, ladeados en el costado derecho. El signifer avanzaba en la primera fila, centrado en el despliegue dirigiendo la formación. El optio y el tessarius iban detrás golpeando a los posibles remolones. La formación compacta marchaba marcando el paso con el fin de conjuntarse y darse confianza mutua. El golpeteo de los pilum contra los escudos y los gritos de desafío pretendían asustar al enemigo, habitualmente acostumbrado a la lucha individual.

La centuria avanza en formación hasta unos 25 metros del enemigo, a una orden del centurión, la primera fila lanza sus pilum para detener o desorganizar al enemigo.

Se ordena empuñar los gladius. Se progresa en formación, a doble velocidad y se llega al contacto. Los legionarios aprovechan el desastre provocado por las jabalinas para golpear con sus escudos y lanzar estocadas por el lado derecho, antes de ponerse de nuevo en guardia detrás de sus escudos.

El combate del soldado romano se basa en protegerse del ataque del enemigo detrás de su scutum, empujarle o golpearle con su borde o con el umbo para a continuación lanzar una estocada o apuñalamiento, exponiendo una pequeña parte de su brazo derecho, para acabar hundiendo su gladius en el cuerpo de su contrincante. Cuando la primera fila desfallece, el centurión toca su silbato, la segunda fila lanza sus pilum (en el caso de no haberlo hecho antes) para hacer retroceder a la primera fila enemiga, mientras entre las hileras corre la primera fila que es sustituida por la segunda. Este carrusel continúa hasta el desenlace final de la batalla. Estos choques de pequeñas unidades hacían retroceder y avanzar las líneas en enfrentamientos cortos, seguidos por periodos de calma, hasta que uno de los dos bandos era victima del agotamiento, la aniquilación o el pánico.

Equipo y ropajes

La diferencia básica entre un legionario y un ciudadano corriente romano era su cinturón militar (cingulum) y sus botas o sandalias de cuero (caligae).

- El cingulum estaba decorado con placas de bronce de diferente ornamento según el poder económico del soldado. Cada uno era diferente o distintivo de su portador. Al final de la republica se empezaron a colgar unas tiras de cuero en la parte frontal como protección de las ingles. El cingulum era la marca de identidad del soldado romano, si era licenciado con deshonor se le retiraba.

- Las caligae eran las sandalias de cuero militares. Su suela llevaba unas 50 tachuelas metálicas. Josefo escribe que el sonido de las tachuelas en el suelo y el tintineante sonido de los adornos del cingulum, anunciaban la llegada de un legionario.

- La túnica solía ser de lino o lana. El color de esta prenda es fuente de discusión entre los historiadores. Se cree que los centuriones las usaban de lino blanco en los desfiles y que como prenda diaria la llevaban de lana roja. La tropa la usaría de color crudo.

- El casco romano se desarrolló a lo largo de los años. Empezando por los cascos tipo etrusco en los primeros tiempos de Roma, pasando por los montefertinos de bronce o hierro, que fueron los cascos tradicionales desde el siglo IV a.c. Les siguió el coolus, con grandes protecciones en las carrileras, nuca y cuello. Al final del siglo I a.c. los romanos copian el casco galo, dando lugar a los cascos galicos imperiales y agen.

El tipo A se corresponde a la época de este estudio, pero seguramente compartió batallas con los montefertino y coolus en la época de las guerras astures.

Los cascos pesaban entre 2 y 2,5 kg., con 2 mm. de grosor y estaban acolchados en su interior. Los centuriones llevaban una cresta transversal para ser visibles por sus soldados desde la formación. Los optios la llevaban de forma longitudinal, ya que su puesto estaba a un lado de la formación.

- El pilum era la jabalina ordinaria del miles romano. Fue básicamente el mismo durante seis siglos. Estaba formado por un asta de madera 1,50m. con una punta piramidal o de flecha de entre 40 y 90 cm. Pesaba unos 2 kg. Una versión pesada (con menor alcance pero mayor penetración) tenía una bola maciza de plomo a media altura. El pilum estaba diseñado para partirse o doblarse al impactar contra el escudo del enemigo por su propio peso. Con esto se conseguía que la lanza no pudiera reutilizarse por el enemigo e impedirle a éste el uso de su escudo, dejándole inerme.

- El gladius significa espada. Era su arma más famosa.

Tenía su origen en la espada de las tribus iberas de Hispania que habían modificado la espada larga celta.

Se modifico como gladius hispaniensis con una hoja de unos 69 cm.de longitud por 4,5 cm. de anchura. Pesaba sobre 1,5 kg. El hispaniensis se uso hasta el año 20 a.c. pero convivió y fue sustituido por el gladius tipo Mainz /Fulham, con una longitud de 56 cm. y una anchura de hasta 8 cm. En esta época la espada se llevaba colgada del cinturón o suspendida de una correa en el lado derecho, en el caso de los legionarios y del lado izquierdo en el caso de los Aquilifer, Signifer, Optios, Centuriones y los Oficiales.

- El Pugio era un puñal o daga de origen hispano. Parecía una espada en miniatura de entre 20 y 35 cm., era transportada en una vaina metálica adornada.

- El Scutum o escudo era de forma oval y curvado hacia el interior. Variaba entre los 100 y los 130 cm. de longitud y tenia una anchura de unos 65 cm. Su peso era de unos 10 kg. Estaba fabricado con láminas de madera encoladas y forrado con cinco capas exteriores de tela o fieltro. Su borde era cubierto con cuero o latón y servia para golpear. El centro, llamado Umbo, era de metal en esta época y protegía la mano izquierda del legionario que lo sujetaba por el interior. Las tropas auxiliares llevaban unos escudos más pequeños y anticuados que los legionarios, pero de un peso similar.

Los escudos estaban pintados con colores y adornos vivos.

- La Lorica Hamata era una cota de malla con refuerzos de anillas en los hombros.

Era la protección de los soldados romanos en este periodo y la más utilizada en la Historia romana. A pesar de la creencia popular, la Lorica Segmentata (de placas metálicas) fue introducida sobre el año 9 d.c., por lo que en las guerras astures nunca fue utilizada. La cota de malla estaba formada por unas 30.000 anillas de hierro, con un peso de hasta 15 kg. Se calcula que una lorica legionaria llevaba unas 230 horas de trabajo para su realización. Sobre el siglo I los mandos superiores se la solían poner encima de una prenda de lino prensado o cuero curtido acolchada, con unas tiras de cuero o lino (pteryges) para proteger los brazos y las pantorrillas. Los legionarios la llevaban encima de un chaleco de cuero más simple.

- Las Grebas eran utilizadas por los centuriones de forma habitual (en la pierna izquierda), como una reminiscencia del origen hoplita de las legiones romanas. A finales del siglo I d.c. fueron usadas también por los mandos inferiores, pero se cree que de manera puntual.

- La artillería legionaria era de diseño griego o macedonio, era usada en los asedios o en el campo de batalla y funcionaba por un sistema de torsión. Existían tres tipos.

La balista era una gran ballesta de unos 2 metros de altura que lanzaba piedras del tamaño de una manzana hasta unos 180 metros. Otras más grandes, para asedios, podían lanzar piedras de 25 kg. a unos 400 metros.

El Onagro era una catapulta con una especie de honda colocada detrás. Lanzaba piedras de 50 kg. a unos 400 metros. Fue introducido a partir del siglo I d.c.

El escorpión era similar a una balista, pero disparaba dardos-flecha de unos 70 cm. a unos 300 metros de distancia. Estos dardos, de forma piramidal, podían atravesar los escudos, armaduras y a los hombres de parte a parte sin ningún problema. Era transportado sobre un carro tirado por mulas.

Cada legión tenía en dotación 10 balistas y 59 escorpiones. Es decir una balista por cohorte y un escorpión por centuria. Las tropas auxiliares no disponían de artillería.

Recompensas y castigos

La mayor condecoración romana era la Corona Cívica con hojas de roble, concedida a cualquier rango por salvar la vida a un camarada en combate. Otras condecoraciones al valor de rango inferior eran los torques, las pharalae (placas de metal que se colgaban del arnés), las armillae (pulseras o brazaletes), los premios en metálico y los ascensos. Las coronas, lanzas y banderas solo se concedían a partir del rango de centurión.

La disciplina legionaria era dura. La cobardía en combate o dormirse en una guardia eran castigadas con el fustuarium (azotamiento hasta la muerte por parte de sus propios camaradas), con una paliza o la degradación según la gravedad de la falta cometida. Si toda la unidad cometía una falta grave en acto de servicio podía ser castigada con la decimacion (se ejecutaba a uno de cada 10 hombres). Otras faltas menores eran castigadas con una dieta temporal a base de la odiada cebada, desfilar cargados de peso o retirarles su cinturón militar, cingulum (el símbolo de su identidad legionaria).

La identidad legionaria

La identidad individual de cada legión se consignaba mediante una serie de títulos y numerales que se mantenían a lo largo de la historia. Antes de Augusto se solían reutilizar los numerales de las legiones de otras campañas ya que las unidades se disolvían al terminar las guerras. Muchos de sus títulos hacían referencia a sus fundadores o a honores ganados en el campo de batalla. Cada legión celebraba anualmente el aniversario de su creación (natalis aquilae).

Auxiliares en el ejercito romano

En la época de Julio César el ejercito romano estaba formado por Legiones de ciudadanos romanos y por auxilia que no constituían un brazo regular del ejercito.

Con Augusto las unidades auxiliares se integraron en las tropas romanas de forma permanente con un reclutamiento anual fijo y a la manera romana.

Existían cuatro tipos de unidades de auxiliares: las cohortes de infantería recibían el nombre de su tribu o nacionalidad, las cohortes de caballería recibían el nombre de su oficial al mando, las Alae que eran unidades de caballería ligera formadas por unos 1.000 hombres y finalmente la Cohors Equitata, una unidad mixta de infantería y caballería. Cada legión romana disponía de una fuerza auxiliar de su mismo tamaño en campaña.

Después de la conquista del norte peninsular las tribus astures, que comprendían la zona de Asturias, León y Zamora, fueron reclutadas como tropas auxiliares que servían siempre fuera de sus regiones. Se tienen noticias de 5 alae, 7 cohortes, 3 cohortes astur-galaicas y una unidad de auxilia irregulares (los symmachiarii astures que sirvieron en Dacia).

La Alae I Hispanorum Asturum sirvió en la muralla de Adriano en Britania, en la zona de Condercum (Benwell).

La Alae II Asturum fue destinada, al lado de la anterior, a Cilurnum y a la actual Chesters.

La Alae I Asturum custodiaba el curso medio del Danubio, en Rumania, desde Galtz Hevitz.

La Alae III Asturum fue destinada a África, a la zona de Volúbilis, en Marruecos, con destacamentos en Thamusida, en la frontera con el desierto.

La Alae IV Asturum fue enviada a Chalons (Francia) y sobre el año 100 pasó a Britania.

La Cohors I Asturum se movió por Germania, los Alpes austriacos y las Panonias (zonas de Yugoslavia).

La Cohors I Asturum Equitata estuvo en Mainz, Germania, para más tarde ser enviada al centro del muro Adriano en Britania.

La Cohors II Asturum Equitata Pia Fidelis tenía su base en la actual Colonia, en Germania, para ser enviada a Britania en el año 105, a la zona del País de Gales y más tarde a Greatchesters. En el siglo III se la traslada a Egipto.

La Cohors III Asturum Equitata Civium Romanorum fue acuartelada en el actual Marruecos (en Tabernae) y más tarde en Tarifa (colonia Julia Transducta).

La Cohors IV Asturum sirvio en la Germania inferior en tiempos de Domiciano.

La Cohors V Asturum, conocida por su signifer Pintaius, se movió por la zona de la actual Bonn y más tarde formo la guarnición del paso de San Bernardo, donde fue aniquilada por la sublevación de los Bátavos, en el siglo II.

La Cohors VI Asturum combatió en Germania, en el periodo de Vespasiano.

La Cohors II Asturum et Callaecorum Equitata (formada por galaicos y astures) fue reclutada en el periodo de Augusto, poco después de la conquista y sirvió en la Panonia (Hungría).

Los historiadores hablan de otras dos posibles cohortes de caballería mixtas astur-gallegas, la III en Túnez y la IV en Mainz.

La instruccion en una legion.


Los reclutas legionarios se adiestraban durante cuatro meses. Realizaban orden cerrado, marchas de 29 km. en cinco horas y de 35 km. a paso rápido, en seis horas cargados con la impedimenta completa de 21 kg. Se realizaba orden de combate con las diferentes formaciones, instrucción con armas de madera de doble peso que las reales para fortalecer a los reclutas. Les enseñaban a estoquear a sus enemigos (el legionario solía realizar estocadas y pocas veces usaba su gladius como arma cortante). Se les instruía en la esgrima con el escudo, en natación, tiro con honda, con arco y finalmente en fundamentos básicos de equitación.

Los campamentos (castra) podían ser de dos tipos. Permanentes (como el de la ilustración) y de campaña.

El permanente estaba rodeado por un perímetro con fosas y ager (muros) coronados por empalizadas y torres de vigilancia. En su interior albergaba, a lo largo de las vías Principalis y Praetoria, los barracones de los soldados, junto con las cuadras, el cuartel general (principia) y los aposentos del Legado de la Legión (praetorium). Los legionarios se alojaban en barracones permanentes con capacidad para la centuria al completo, con una sala anexa para el centurión.

En campaña las legiones construían todas las noches un campamento provisional del mismo estilo que el permanente, cavando las fosas y los ager. La empalizada estaba formada por estacas de madera unidas que eran transportadas por cada legionario durante la marcha. En el interior de la empalizada se montaban las tiendas de campaña agrupadas por centurias y cohortes. La forma de este campamento podía variar adaptándose al terreno, por lo que no siempre era rectangular.

El tamaño habitual para un campamento con capacidad para una legión era de unos 400 x 200 metros. Existían campamentos con capacidad para más unidades.

Organizacion del ejercito romano:

Una legión estaba formada por 60 centurias. Cada centuria con 80 legionarios al mando de un centurión. Las centurias se agrupaban en manipulos (2 centurias). 3 manipulos o 6 centurias formaban una cohorte de 480 hombres (la unidad mínima de combate romana). Había 10 cohortes por Legión, en total 4.800 infantes.

Se le sumaban 120 soldados de caballería (equites), agrupados en turmae (secciones de 30 hombres) al mando de 3 Decuriones.

El mando de la legión lo ejercía un Legado (legatus, clase senatorial). Era auxiliado por 6 Tribunos. Uno era de clase senatorial (Tribuni Laticlavus) y era el segundo al mando. Los otros cinco eran de la clase ecuestre (podían proceder del centurionazgo después de mandar cohortes auxiliares) y se llamaban Tribuni Angusticlavi. Los tribunos no ejercían mando táctico sobre las unidades, eran ayudantes del Legado.

Por debajo tenemos a una serie de soldados procedentes de la clase de tropa, podrían estar a caballo entre los actuales suboficiales y oficiales inferiores.

El Praefectus Castrorum (prefecto del campamento) era un antiguo Primipilo, que se encargaba del campamento, la logística y la artillería legionaria.

El Primipilo era el Centurión más veterano, se le elegía por un periodo anual y era de facto el mando táctico de la Legión.

Mandaba la primera cohorte (aunque no hay pruebas escritas de este hecho) y tenia a su lado al Aquilifer, que llevaba el estandarte del águila de la legión con su espíritu (genius) ritual, fundamental para la moral de la unidad.

Las Centurias estaban organizadas por parejas (reminiscencia de los manipulos de la Republica), con un Centurión cada una (centurión prior en la del frente y centurión posterior en la de atrás). El Centurión avanzaba en la parte derecha frontal o en el centro. Llevaba una vara retorcida de olivo como símbolo de su mando y como adminículo de mando manual. A centurión se ascendía desde la tropa. Ese ascenso llevaba consigo pasar a la clase ecuestre. A veces a lo largo del Imperio algunos ciudadanos romanos de la clase ecuestre accedían a este empleo directamente, es de suponer que pasaban por algún tipo de periodo de instrucción especifico.

Por debajo de ellos se encontraban una serie de mandos auxiliares a caballo entre los cabos y sargentos modernos. El Optio era el segundo al mando de la centuria.

Formaba en combate en la parte posterior de la unidad con el objeto de controlar a la tropa con un bastón acabado en una esfera.

El Cornicem o Bucinator transmitía las órdenes del Legado. El Tessarius era el furriel de la centuria (designaba las guardias, servicios y era el poseedor de la contraseña nocturna), en combate ayudaba al Optio. El Signifer llevaba el estandarte de la centuria al frente de ella. En combate se cree que se retrasaba a segunda fila.

La tropa legionaria componía el grueso de una legión. Tenemos dos tipos de legionarios (miles), los munifex (eran la mayoría) y los inmunes que no realizaban trabajos físicos en los campamentos o la guarnición. Solían ser especialistas (albañiles, guarnicioneros o soldados veteranos premiados por su buena conducta).

Los legionarios eran hombres jóvenes, entre 17 y 23 años, aunque la conscripción comprendía hasta los 46 años. Hay noticias de legionarios con 13 años y otros de 35.

La mayoría provenían del mundo rural y sus origines eran espurios, por lo que obtenían la ciudadanía romana en el momento del alistamiento. En la época de Augusto se exigía ser hombre libre para alistarse, pero ser romano no era un requisito necesario. Las unidades auxiliares se nutrían de tribus conquistadas que no gozaban de entidad legal romana. La estatura media debía de ser de 6 pies romanos (1,77 m.), pero la realidad era muy distinta y se aceptaban hombres de cualquier estatura. Los legionarios realizaban dos juramentos (sacramentum). Uno era de obediencia al Cónsul y el otro de fidelidad a su centuria “nunca abandonare a los camaradas para salvar mi vida, jamás abandonare mi puesto en la línea de batalla, excepto para recoger un arma, atacar al enemigo o salvar a un compañero”.

Los legionarios se agrupaban en el llamado contubernium, una unidad de 8 hombres que dormía, comía, se adiestraba y combatía en la misma hilera. La tienda de campaña del contubernio se llevaba en la mula del pelotón. Cada legión disponía de numerosos esclavos y era acompañada por una multitud de artesanos, comerciantes, prostitutas y familiares no legales (los legionarios tenían prohibido el matrimonio, pero era una practica autorizada extraoficialmente). Estas gentes se agrupaban fuera de los campamentos, en las llamadas cannabae.

El sueldo anual, en la época del principado de Augusto, era de unos 900 denarios anuales (un denario son 4 sestercios) para un legionario raso (miles). El tessarius y el Cornicen 1350 denarios, el Optio y el Signifer 1800 denarios, el Aquilifer 2700, un centurión 15.000 denarios y el Primipilus 60.000 denarios. De estas cifras se descontaban el equipo, la vestimenta, el entierro, los alimentos y una cantidad para la caja de la Legión. Es posible que pocas veces recibieran su salario integro. Al licenciamiento recibían una paga de 3.000 denarios y terrenos habitualmente pantanosos o poco productivos llamados granjas, como nos describe Tácito.

El ejercito romano en la republica tardía.


En el año 108 a.c. Cayo Mario es elegido Cónsul y transforma las Legiones en una herramienta de guerra más moderna e implacable. Incluye el alistamiento forzoso de de las masas de romanos sin tierras (hasta ese momento sólo los que pudieran costearse su equipo eran alistados). Ofreció a los soldados un sueldo, equipo proporcionado por el Estado y la oportunidad de llevarse parte del botín de las campañas. El periodo de servicio era de 16 años, en la época de Augusto se aumento a 20, más otros 5 de voluntario veterano.

Fue el inicio de los ejércitos profesionales romanos, anteriormente se reclutaban para cada campaña especifica.

Los tres tipos de infantería (Hastati, Princeps y Triari que formaban en triple aciex, 3 filas), fueron unificados en un sólo tipo de soldado.

Las unidades extranjeras aliadas (que combatían independientemente y con su propio equipo, supervisadas por romanos y mandadas por sus líderes naturales) pasan a ser unidades auxiliares, organizadas al modo romano y equipadas y adiestradas al modo legionario, mandadas por romanos. Estas unidades estaban formadas por hombres sin la ciudadanía romana (cives romanus), que les era concedida al licenciarse.

Las legiones de Mario llevaban una impedimenta de 500 mulas, una por cada 8 hombres y los legionarios cargaban con todo su equipo personal y una ración para 15 días (unos 21 kg. de peso), estos soldados fueron apodados “muli mariani”, las mulas de Mario.

En los años del principado de Augusto existían 23 Legiones. La I Germanica, II Augusta, III Augusta, III Cyrenaica, III Gallica, III Macedonica, III Scythica, V Alaudae, V Macedonica, VI Ferrata, VI Victrix, VII Claudia, VIII Augusta, IX Hispana, X Fretensis, X Gemina, XI Claudia, XII Fulminata, XIII Gemina, XIV Gemina, XV Apollinaris, XVI Gallica, XVII, XVIII, XIX (estas tres fueron aniquiladas en Teotoburgo y sus numerales nunca más se reutilizaron), XX Valeria Victrix, XXI Rapax, XX Deiotariana.

El ejército romano en el periodo republicano-principado

Legio V ALAUDAE (ALONDRA): reclutada por Cesar en el año 52 a.c. en las Galias. Primera legión con personal no itálico. Lucha con Marco Antonio desde el año 40 al 31 a.c. El emblema del elefante fue ganado en Tapso (46 a.c.) contra los elefantes de guerra de Pompeyo (al mando de Escipion). Entre el 69 y el 70 d.c. la V Alaudae es enviada a Castra Vetera (Xanten), junto a las legiones XVI y XV, para sofocar la revuelta de los Bátavos (una tribu asentada a lo largo del Rin, liderada por Julio Civiles, un ciudadano romano). La V y la XV Primigenia fueron cercadas en el campamento de Castra Vetera y se pasaron al bando de Civiles.

Las Legiones I Germánica y XVI Gallica también se rindieron.

Finalmente la revuelta es controlada por otras legiones enviadas a la zona y como castigo la XV fue disuelta, aunque la Alaudae fue perdonada, sólo para ser aniquilada por los Dacios unos años después, terminando aquí su historia.